Las Primeras Naciones del Continente Americano, necesitan vivir un momento brillante en su historia, desarrollo e integración cultural, son lemas ambiciosos en el marco de un proceso político social y atípico que incluye en su agenda un espíritu de reconciliación con los pueblos originarios de las primeras naciones, sin precedentes en la historia contemporánea.
En este contexto, ¿pueden las Primeras Naciones decidir en la práctica su propio destino? ¿Empezar una aventura incierta, en medio del renacimiento de la esperanza? Nos desafiamos a nosotros mismos, a superar la maldición de un continente sin esperanza como único destino aparente. Partimos de la comprensión de un fenómeno radical; que es el valor "estratégico" del patrimonio, y es la memoria histórica la que los reconoce, como lo que son. Este valor se convierte entonces en un arma descolonizadora del pensamiento, convirtiéndolos en herramientas válidas para demostrar y preservar la identidad de los nativos americanos.
Nuestra generación se enfrenta a un reto de gran alcance, ya que se ha demostrado que la comunicación nunca ha estado tan involucrada como ahora, en la batalla de ideas para la dirección moral, cultural y política de la sociedad.